top of page
Interpretes Lojanos
Tras las cuerdas de mi Guitarra
Jefrey Sánchez 

​

 

Un aprendiz obstinado

 

A los 16 años estuvo en cursos de guitarra, canto y batería respectivamente; cada vez más convencido de que amaba la música, pero que la educación tradicional no era para él. “abandoné mi primer curso de guitarra al mes porque sabía que quería hacer rock, y sentía que lo que me estaban enseñando no me serviría de mucho. Después, de todos modos, tuve que comprarme una guitarra clásica para poder pasar a la eléctrica, pero hasta entonces ya había desarrollado mi propio método; compraba libros, me veía videos en YouTube y practicaba constantemente”.

​

Durante el resto de su adolescencia Enrique Bunbury y héroes del silencio fueron sus modelos a seguir, fue interpretando sus canciones y descubrió su talento para cantar. Llegué a sentirme tan identificado con Enrique Bunbury, y su canción denominada aunque no estés conmigo.

​

Al igual que muchos talentos de la ciudad, su amor por la música fue creciendo gracias al contacto con jóvenes de su misma edad, que así mismo, buscaban con qué entretenerse en sus tiempos libres. “comenzamos a formar bandas con compañeros del colegio Unidad Educativa Calazans tocábamos rock latino en los cumpleaños de algunas compañeras, algo bastante informal”, recuerda con risas aquel momento vivido. 

​

Con diecisiete años el joven roquero ya había aprendido a cantar y tocar la guitarra prácticamente por su cuenta, pero cuando notó la escaza de bateristas que había dentro de las bandas de rock de la ciudad, “busqué alguien que pudiera enseñarme a tocar batería… Esas clases sí que me gustaban”, comenta emocionado, “pero las tuve que dejar porque abandoné la ciudad por un tiempo”, y como era de esperarse, no se dio por vencido hasta aprender. “recuerdo que moví cielo y tierra para poder comprarme mi propia batería y seguir practicando en casa, hasta que finalmente lo conseguí”

 

Cantar siempre ha sido el fuerte de este artista, y desde que lo descubrió no ha desaprovechado ninguna oportunidad para demostrarlo. A los quince años participó como cantante en su primer festival, el (valsfest). Sin embargo, su periodo de adolescencia sería tan sólo de aprendizaje, y su carrera despuntaría más en serio con su entrada a la UNL. Pese a que su carrera de psicología estaba muy lejos de la rama musical, nunca dejo de practicar pues en la música encontraba paz y relajación.

“A través de un amigo Víctor Medina llegué a formar parte de una agrupación que se llamaba Climacs, que fue básicamente la primera banda oficial. Con ellos comenzó a hacer cosas más complejas y también a cobrar por su trabajo. “Estuve con ellos por cerca de dos años, aprendí un montón de cosas: perfeccioné más mi voz y comencé a tocar también un poco de bajo”

Con una carrera más consolidada, a los veinte años se lanzó de lleno como solista y tocaba con bandas ocasionalmente. “Me iba muy bien; los roqueros a quienes de adolescente iba a ver a sus conciertos ahora se presentaban conmigo o asistían a mis propias tocadas”.

Para Jeffrey, el logro más grande que ha conseguido hasta ahora ha sido presentarse como vocalista en el sinforock del año anterior un festival de rock sinfónico en el que los mejores cantantes de la ciudad se presentan en compañía de la Orquesta Sinfónica de Loja y rinden tributo a los más grandes representantes de este género. Aunque con el tiempo no descarta la posibilidad de alcanzar logros más grandes, como ser conocido a nivel nacional e internacional con sus temas inéditos.

 

Durante su adolescencia no sólo aprendió el arte de hacer buen rock, sino que por el camino también fue descubriendo a grandes músicos y amigos; algunos de los cuáles hoy forman parte de su banda “Idiot Sabant”, con la que tocan rock con un poco de blues y rock alternativo.

“Durante mi adolescencia solía ir con frecuencia a una Academia que se llamaba “Vieja escuela”, allí conocí a Santiago Sinvaña”, el actual guitarrista principal y corista de su banda, “con él me entiendo como con ningún otro músico, y desde siempre ha sido así: nuestras voces se acoplan muy bien y nos complementamos muchísimo para tocar y componer; yo soy el vocalista y la segunda guitarra, mientras que él me hace los coros y la guitarra principal”.

Así mismo, de sus colegas de colegio conserva a su lado a Bryan Valverde, su actual bajista, y uno de sus compañeros más fieles. “Antes de esta alineación teníamos otra, pero por diferencias entre los músicos solamente quedamos Bryan y yo; luego se nos unió Santiago y finalmente Felipe que es nuestro baterista y también el más pequeño del grupo”

Al ser una agrupación relativamente nueva de un mes, su principal objetivo es grabar su primer sencillo y continuar con el resto del disco. Hasta ahora cuentan con tres temas inéditos, el primero es escrito por el guitarrista principal y lleva por nombre “Ilusión”, mientras que los dos restantes fueron compuestos por Jeffrey, y se denominan “estilo rosa” y “abismo”, respectivamente.

Algo que Jeffrey le ha quedado claro durante todo el tiempo que se ha dedicado a hacer rock, es que, en la música, como en todo lo demás, ser auténtico es siempre lo más importante. “no se puede andar siempre bajo la sombra de otras bandas, imitándolas y todo eso, se debe procurar encontrar un estilo propio; no importa que se tenga que empezar desde abajo, simplemente se debe ser perseverante y paciente, que con el tiempo ya se verán los resultados”.

​

En busca de un sueño
Cristian Bahamonde

Esta historia comienza de manera similar a la de tantos músicos lojanos de la actualidad: instrumentos musicales en la vida del artista (guitarra, piano, batería, entre otros), una familia de músicos aficionados que ha existido por generaciones; hasta que finalmente: un buen día, uno de ellos descubre que para él la música no es un pasatiempo más, sino que se encuentra impregnada en sus venas y jamás logrará deshacerse de ella. Una historia con un principio bien conocido, pero cuya trama resulta fascinantemente incierta.

En una ciudad tan musical como Loja, el arte puede ser tan trivial, como importante, y para sobresalir es necesaria una extraña combinación de pasión y talento que Cristian Bahamonde, actual vocalista de la agrupación de rockpop, STACIÓN 90, está demostrando.

​

“La motivación por la música surgió de mí mismo”, comenta orgulloso Bahamonde. Antes de ingresar a STACION 90, este artista de 25 años de edad formaba parte de tres bandas no reconocidas ni establecidas en la ciudad de Loja, que se han ido reinventando a sí mismas hasta llegar a tener su propia particularidad dentro de la agrupación.

“Los últimos cambios los hicimos hace seis meses, y colocarle el nombre fue realmente lo más complicado. De hecho en una banda siempre lo es, porque el nombre debe representar íntegramente la esencia de todo el grupo” comenta.

​

En este caso elegimos la palabra STACIÓN como un homenaje a Stalin , que es  nuestro manager y la persona que más nos ha apoyado, además creemos que todo comienza por un momento o un lugar X, por ello una estación es el territorio perfecto.

El músico aclara también que el número 90 representa a la década en la que nacieron todos los integrantes. Bahamonde comenta: “mi hermano Bryan que es el baterista y nació en el 95; Ricardo Rojas el guitarrista principal del 97; Yordano Jaramillo el bajista del 98; y finalmente mi persona, nacido en el 93”. El último en unirse a este proyecto musical fue Ricardo, los otros tres integrantes provenían de una alineación anterior que finalmente se deshizo. Además Cristian nos cuenta que: “por decisión del grupo realizaron un casting en busca del guitarrista por redes sociales, es por ello que todos los participantes decidimos que el que mejor se acoplaba con nosotros era el talento de Ricardo”

​

Desde entonces tan sólo han pasado seis meses, pero todos sus esfuerzos parecen estar dando excelentes resultados. “Hace poco presentamos en un Jueves Cultural a nuestro primer hijo, “Vino Tinto, que hasta ahora es uno de los mayores logros que hemos tenido como agrupación”. A lo que a Cristian se refiere es a su primer sencillo, con el cuál debutaron a mediados de abril y cuya letra fue compuesta enteramente por Stalin Jaramillo, su mánager incondicional.

​

Sin embargo éste no es el único proyecto en el que se encuentra trabajando el cuarteto, y tras la presentación de su primera canción, elaboran un nuevo tema, a la par de un videoclip para “Vino Tinto” y presentaciones en ciudades más grandes como Quito, Guayaquil y Cuenca. “La gente capaz podrá llamarnos soñadores pero para nosotros no sólo se trata de sueños sino de metas”, la diferencia radica en que cada uno de sus pasos se encaminan a cumplir lo que se han propuesto.

​

La banda Stación 90 ha decidido forjarse una carrera musical con todas las de ley sin dejar de lado sus carreras y empleos, con un compromiso que ha sorprendido al mismo Stalin, sin embargo los impulsa a seguir adelante junto a su apoyo incondicional. “Sé que llegar a un escenario no lo puede hacer cualquiera, y para mí, poder  expresar todo lo que siento mediante la música es algo hermoso”, añade Cristian con un sentido de orgullo y responsabilidad que resulta contagioso.

‘Somos como el vino tinto, que se disfruta con pasión, embriagando nuestros cuerpos con amor”, reza el coro de esa melodía que estos prometedores talentos que tanto han mimado; quizá, porque en ella han colocado muchas de sus aspiraciones, pero sobre todo porque define a la perfección la esencia de lo que son y de lo que tocan.

Rap, un estilo de vida
Eduardo Carrión 

Proviene de una familia de músicos, su abuelo Luis Eduardo Carrión , tenía talento innato para los instrumentos de cuerdas, con su guitarra alegraba las fiestas de todos, luego pasó a manos de  su padre Ángel Patricio Carrión León, que prevalece con la tradición familiar y con guitarra en mano dedicó más de una canción a su esposa Luz María Sarango.

 Eduardo  nace en el año 1996,  siguió con el legado familiar, una guitarra heredada por generaciones pasa a sus manos. Eduardo recuerda haber sentido gran emoción y nostalgia por los familiares que habían compuesto las melodías más significantes para su vida.

​

Demostró  dotes para cantar y tocar instrumentos, a los ocho años fue su madre  Luz Sarango, que le  brindó  el  apoyo  incondicional y fuerzas para seguir sus sueños, mantuvo una cercanía constante para mantenerlo de pie.

“Muchas de las veces sentía nervios en audiciones de canto pero mi madre siempre me decía que el talento lo llevaba conmigo y solo era cuestión de tiempo para desempeñarlo” Decidió pertenecer  al coro del su colegio La Salle, en el que estuvo 6 años, y dentro del grupo aprendió a componer y a expresarse ante el público, gracias a las presentaciones constantes que realizaba el colegio. En cada audición su madre anhelaba la presentación  tras vestidores con una sonrisa confortadora.

​

Cómo figura de inspiración musical tuvo dos artistas de gran  trayectoria mundial. Joe Perry  vocalista de la banda Aerosmith y Chojin, líder del género rap español fueron el modelo a seguir para ser un artista de élite.  Actualmente se encuentra en  Zenit Enterprise, una disquera local en la que conoció a los miembros de su banda Rigor C Y Maikiki.

El nombre de su grupo  Three Elements, significa los tres elementos que conforman su agrupación,  Miaikiki, Sheila Nicole y  Eduardo, vocalista principal. “decidimos  encaminarnos por este género,  porque el rap te permite auto manifestar tus ideas de manera directa y a la vez pacífica”.

​

Las experiencias artísticas de Eduardo lo han llevado por varios lugares a nivel local y nacional. La ciudad de Machala les brindó la oportunidad de cantar con artistas de rap reconocidos a nivel internacional. Reconoce que son una agrupación diferente y con un estilo innovador, no tienen problemas con presentar su arte en el lugar que sea, inclusive han tocado en el trasporte urbano de la ciudad para mostrar a la sociedad que el género rap está presente en Loja.

Las aspiraciones  de Tree Elements son convertirse en portavoces de la sociedad que vive una realidad llena de violencia, guerras, y disputas sociales, y a través del rap mostrar el descontento de la presión social.

​

Para este artista la oportunidad de implantar este género extranjero en Loja  ha sido  un reto. Por este motivo decidió convertirse en compositor  y crear temas inéditos que tengan la acogida suficiente para darse a conocer.  “Mi primera canción la creé hace dos años se llama “Dessis”,  un tema sobre la hipocresía social. ¨Yo mismo hice la composición, la voz,  la edición y fue una experiencia muy grata”, este artista recientemente trabajó en un nuevo tema llamado “Bolero”, un tema de amor inspirado y dedicado a su novia Belén Vaca. Sin duda la singularidad de este género en conjunto con el grupo, está creando un legado musical sin precedentes.

 

Esencia de Hermandad
Alex
Cabrera

Nadie sabe cuando la vida de alguien  va a dar un giro inesperado que lo encamina a lo que siempre estuvo predestinado”.  Alex de 23 años era un niño ecuatoriano radicado en España a sus 15 años se dirigía a un bar de Madrid llamado Avadia para escuchar tocar a su tío cantante  en el famoso bar desde hace ya  5 años. La música siempre ha estado en la familia de Alex pero el jamas mostró gran interés hasta  aquel día cuando vio por primera vez tocar  a su tío y la euforia del público hacían del espectáculo un arte, del cual Alex quería formar parte desde ese instante.

​

Para Alex su familia siempre ha sido lo más esencial debido que le transmiten confianza en si mismo así que cuando regreso a Ecuador a los 20 años y se reencontró con sus dos hermanos que vivían en el país les comento la posibilidad de crear un grupo musical. Al principio la propuesta de formar una banda sonaba algo jovial y efímero pero cuando empezaron a componer las primeras notas descubrieron otro estilo de vida que tenía más significado para ellos que aquella cotidianidad de la sociedad en la que vivían.

​

Finalmente se establecieron como una banda de rock pop balabas con el nombre Avadía Alex como vocalista su hermano Axel de 20 años como baterista y su hermano Andy de 19 años como guitarrista principal y compositor de canciones. Cada nota musical para componer sus canciones los trasportaba a otra dimensión descubrieron que la música está en todas partes solo hay que saberla escuchar la música los unía a pesar de ser distintos en muchos aspectos a medida que componían su primer tema los lazos de hermandad los fortalecía.

​

El no ser conocidos no significaba que no fueran buenos el objetivo era hacer música de corazón para la gente. Y lo consiguieron luego de mucho esfuerzo y dedicación al presentarse en el corazón de su ciudad la plaza de San Sebastián donde los ovacionaron y los llamaron los mejores fue cuestión de tiempo para que su canción estuviera en todas las plataformas digitales con más 1000 visitas y comentarios alentadores que los incentivo a crear nuevos temas que siguen tocando el corazón de la gente demostrando que tan fuerte y poderoso puede ser el hacer algo con corazón y entrega.

 

!Larga vida Avadia!

 

bottom of page